Reflexión libre
#AprendeIgualdad
¿Qué puedo hacer, desde mi
posición en la Administración Pública, para promover la igualdad de género de
manera más activa y efectiva?
Reflexión personal
En primer lugar, creo que uno de
los mayores aportes que puedo hacer es tomar consciencia de los sesgos
inconscientes que todos, en mayor o menor medida, tenemos. Es importante hacer
una revisión constante de mis propios pensamientos y actitudes para asegurarme
de que no perpetúo estereotipos de género en mi entorno laboral. Este ejercicio
de autocrítica es crucial para no caer en la normalización de comportamientos
que perpetúan la desigualdad.
En mi papel como empleado
público, tengo la responsabilidad de ser un ejemplo de cómo las instituciones
deben actuar en este aspecto. La igualdad de género no es solo una cuestión de
derechos, sino también de eficiencia y justicia en la distribución de
responsabilidades, oportunidades y recursos. Cada decisión que tome en mi día a
día laboral debe estar impregnada de esta premisa, asegurando que en las áreas
bajo mi gestión se garantice un trato justo y equitativo para todos, independientemente
del género.
Acciones desde mi posición
ü Aplicar la perspectiva de género en la toma de decisiones. En el contexto de la gestión en la Administración agraria, debo asegurarme de que las políticas y proyectos que promuevo tengan en cuenta el impacto específico que pueden tener sobre las mujeres y los hombres. En el ámbito rural, las mujeres enfrentan barreras adicionales, y es mi responsabilidad procurar que las medidas que implemente promuevan la inclusión y el empoderamiento de las mujeres rurales, quienes a menudo son invisibilizadas en los procesos productivos.
ü Fomentar un ambiente de trabajo igualitario. En la medida que pueda influir en el ambiente laboral, debo asegurarme de que las prácticas internas en la Administración sean igualitarias. Esto incluye:
- Revisar y mejorar procesos de selección para asegurar que no existan sesgos de género.
- Promover la corresponsabilidad en el ámbito laboral, favoreciendo la conciliación de la vida personal y profesional para todos los empleados, no solo para las mujeres.
- Favorecer la formación en igualdad para que el personal esté más sensibilizado sobre cómo pueden impactar de manera positiva en la promoción de la igualdad de género.
ü Dar visibilidad al trabajo de las mujeres. Desde mi ámbito, es fundamental reconocer y dar visibilidad a las mujeres en el sector agrícola y ganadero. Durante mucho tiempo, su labor ha sido ignorada o subestimada. Como empleado público, puedo ayudar a cambiar esta narrativa destacando sus aportes y asegurándome de que su trabajo reciba el reconocimiento y las oportunidades que merecen.
ü Promover políticas con enfoque de género. Puedo colaborar activamente en la promoción y desarrollo de políticas públicas que impulsen la igualdad. Esto implica estar atento a las leyes y normativas que puedan tener un impacto positivo en las mujeres, como la Ley de Titularidad Compartida de las Explotaciones Agrarias, que garantiza que las mujeres rurales sean reconocidas como copropietarias de las tierras que gestionan. Una de mis responsabilidades es apoyar y contribuir a la implementación de políticas que promuevan el empoderamiento económico de las mujeres rurales.
Conclusión
En resumen, cada uno de nosotros
tiene un papel crucial en la promoción de la igualdad entre mujeres y hombres,
especialmente en el ámbito público. Desde mi posición, puedo ser un agente de
cambio asegurándome de que mis acciones y decisiones estén siempre alineadas
con los principios de igualdad, fomentando un entorno laboral justo, apoyando
políticas públicas inclusivas y dando visibilidad al trabajo de las mujeres en
el sector agrario. La igualdad no es solo un objetivo legal o administrativo,
es una actitud que se refleja en el día a día de nuestras interacciones y en el
impacto que generamos en nuestras comunidades.
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