María Josefa Cerrato Rodríguez, la primera mujer veterinaria de España

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Introducción: breve presentación de María Josefa Cerrato Rodríguez

He elegido destacar la figura de María Josefa Cerrato Rodríguez, quien es reconocida como la primera mujer veterinaria en España. Nacida en 1897 en Arroyo de San Serván (Badajoz), Cerrato logró romper las barreras de género que en su época impedían a las mujeres acceder a determinadas profesiones. Con una gran determinación y un brillante expediente académico, se convirtió en una pionera de la veterinaria y un referente para la igualdad de género en el ámbito científico.

 

Breve biografía

María Josefa Cerrato nació en una familia con tradición veterinaria; tanto su padre como su abuelo ejercían esta profesión. En 1923, consiguió un permiso especial del Ministerio de Instrucción Pública que le permitió matricularse en la Escuela Especial de Veterinaria de Córdoba, ya que entonces las mujeres no podían acceder a esos estudios. Se licenció con 28 años, con un brillante expediente académico que incluía varias matrículas de honor. María se colegió en el Colegio Oficial de Veterinarios de Badajoz en 1926 para ejercer de Inspector Municipal Veterinario de Calamonte, municipio donde ejercía también como maestra nacional.

Además de su título en veterinaria, Cerrato también obtuvo grados en Magisterio, Música y Farmacia, demostrando una gran capacidad y versatilidad intelectual. Ejerció como Veterinaria Titular en Calamonte (Badajoz) hasta su jubilación en 1967. Cerrato nunca se consideró una pionera en su tiempo, pero recibió varios homenajes en sus últimos años de vida, reconociéndosele como una de las primeras mujeres que abrieron camino en la ciencia veterinaria.

 

Contribución de su figura a la construcción de sociedades igualitarias

María Josefa Cerrato es un claro ejemplo de cómo una mujer, enfrentándose a los obstáculos de su época, pudo abrir puertas para que futuras generaciones de mujeres tuvieran acceso a profesiones científicas. Su trayectoria contribuyó a la desmitificación de roles de género en profesiones técnicas y demostró que las mujeres podían desempeñar labores antes reservadas exclusivamente para los hombres. Cerrato también puso de manifiesto la importancia de la igualdad de oportunidades, ya que su ingreso en la en entonces Escuela, hoy Facultad de Veterinaria, dependió de un permiso especial, lo que evidencia las restricciones de género de su época.

A lo largo de su vida profesional, luchó contra los prejuicios de género que limitaban el acceso de las mujeres a profesiones técnicas. La importancia de su legado radica en haber sido un ejemplo vivo de que las mujeres podían romper el "techo de cristal" en profesiones científicas y técnicas, un avance que sigue siendo relevante en la lucha por la igualdad de género.

Su figura es especialmente relevante porque su éxito no solo inspiró a otras mujeres a seguir carreras científicas, sino que su historia también refleja la importancia de la perseverancia y el talento en la lucha por la igualdad. Gracias a su legado, la presencia femenina en las facultades de veterinaria no ha dejado de crecer, y hoy en día, las mujeres representan el 80% del alumnado en esta disciplina.

 

Fuentes consultadas

 

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